viernes, 15 de diciembre de 2023

16·12·2023

50. Almuerzo Navidad

Navidad del vigésimo tercer año de nuestro Siglo. En algún lugar de Saraqusta... ...

Paseaba por las embarradas calles de la villa cuando observó un tumulto en la plaza y decidió acercarse y comprobar como los vecinos hacían corro en torno a un juglar arribado desde quien sabe donde y que, acompañado de la melodía que resonaba al pulsar las cuerdas de su laúd, contaba y canturreaba las hazañas de ciertos jinetes muy célebres y afamados del territorio. Llegó a tiempo de escuchar atentamente parte del cantar que entonaba así:

 

“ Y ahí estaba Sir Fer, aposentado en un lugar privilegiado de la mesa, junto al Gran Maese de la Orden de los Alazanes, pero con la mente alejada del bullicio, abstraído y ajeno a cuanto acontecía a su alrededor mientras disfrutaba observando los rostros dichosos y risueños de sus Caballeros en un día tan especial como era este.

 La correría con la que previamente habían cabalgado hasta la aldea de Pastriz no entraría en los anales de la historia por su distancia ni dureza, pero tampoco esa era la pretensión. Su fin no era otro que el de disfrutar de un día de convivencia, fraternidad y compañerismo celebrando como se merecía, y un año más, la llegada de la Navidad.

 Una vez despertó de esa burbuja de aislamiento y ensoñación que lo envolvía y retornó al mundo terrenal logró, a duras penas, adoptar una digna posición erguida y golpeando bruscamente y repetidas veces su jarra contra la maciza tabla, donde tan solo resistían pequeñas muestras de los manjares devorados y engullidos por los comensales allí presentes, logró acallar la algarabía y el jolgorio reinante y dirigiendo la mirada al infinito alzó la voz para clamar este brindis:

 - Por el pasado y el presente, por las andanzas, aventuras y desventuras que forjan nuestra leyenda.

- Por la Vieja Guardia y los fundadores de la hueste que son como las raíces profundas de las que se alimentan el resto de las plantas y flores.

- Por los nuevos jinetes que a lo largo de estos años han ido engrosando nuestras filas y que al igual que las nubes, que de primeras no saben dónde van, confían en el viento y se dejan llevar.

- Por aquellos que, con fé, tesón, constancia y fuerza de voluntad, han dejado escapar sus miedos internos para perseguir los retos personales y poder soñar con ser un río bravo antes que agua estancada.

- Por los que no temen a las cumbres más abruptas y escabrosas y afrontan las ascensiones sin dudarlo, con cierta dosis de heroicidad y conscientes de que no se puede atravesar el mar solo mirando el agua, sin mojarse, sin intentarlo.

- Por los que disfrutan en los descensos, por arriesgados y osados que sean y que los acometen con pericia y cierto tinte de temeridad, pero emulando al agua del río que no teme lanzarse al vacío porque de ello nacen las cascadas más bellas.

- Por los que incitan y participan en esas danzas cuya popularidad ha alcanzado cotas insospechadas y que aún hoy se desconoce el motivo real pues carecen de coordinación, armonía y entendimiento pero que hacen las delicias del pueblo llano.

- Por los que plasman en coloridos lienzos las estampas, retratos y paisajes que componen las escenas más relevantes de las correrías para que queden resguardadas a buen recaudo, a disposición de todos y no caigan en el pozo del olvido.

- Por los que en las rutas no se acobardan ante la lluvia, niebla, frío, cierzo y en vez de retirarse y buscar cobijo, al igual que harían otras aves, imitan a las águilas que atraviesan las tormentas hasta volar por encima de ellas.

- Por los que han padecido y padecen enfermedades, lesiones y heridas de guerra pero que, como el romero, pueden doblegarse ante el viento pero nunca se quiebran y vuelven con más fortaleza y con su esencia y fragancia intactas.

- Por los optimistas que siempre ven el vaso medio lleno y contagian su ánimo a la tropa con cantos, bromas, chanzas y tertulias. Los que son conscientes que el viento puede nublar el cielo pero prefieren pensar que también lo puede despejar para que el sol pueda brillar.

- Por más días como este, rodeado de hermanos, compartiendo mesa repleta de viandas variadas, unas sanas y otras no tanto, vino, cerveza, licores e incluso agua, con los poros de la piel obstruidos con las grasas porcinas, las mejillas con matices rojizos y los ojos inundados de lágrimas de alegría, gozo y regocijo.

- Habéis podido percibir como he eludido mencionar vuestros nombres porque jamás me perdonaría olvidarme de alguno. Pero, bien cierto es que seguro que cada uno de vosotros os habréis sentido identificados con alguna de las citas de este breve y escueto brindis.

- Y para acabar:

- Por el futuro, para que al menos iguale lo disfrutado hasta ahora, para que los Dioses nos protejan, amparen y auxilien y para que el Destino sea benévolo, magnánimo, nos pille confesados y sea indulgente con nuestras pifias y pecados.

- Por todos vosotros, por todos nosotros y por todo ello: alé alé !!! 

Y el festín continuó, desenfrenado, ahuyentando los malos espíritus y compartiendo los mejores deseos, como si se hallaran en un salón vikingo antes de emprender una nueva travesía hacia lo desconocido, bragando con mares embravecidos, pero saliendo airosos de todos ellos, agrandando así su historia, su epopeya... ... como la de nuestros legendarios Caballeros Alazanes."

 

Pero el reloj de sol de la fachada de la iglesia le advirtió que era la hora de partir y por ello se vio en la obligación, muy a su pesar, de alejarse del lugar. Y mientras en la plaza aplaudían y vitoreaban al juglar instándole a continuar con su relato a él le conquistaba la esperanza de que en un tiempo no muy lejano sus caminos volverían a cruzarse para escuchar nuevos cantares que poder plasmar sobre los pergaminos con su pluma y tintero.

 

FELICES FIESTAS !!!