miércoles, 8 de diciembre de 2021

06·12·2021. 

36. Torres, Alagón, Grisén, Bárboles

El retorno de los gigantes.

- Paren las prensas rotativas!!! Que los tipógrafos trabajen sin descanso en componer el titular y el texto de la bomba informativa que acabamos de recibir de nuestro reportero y que una vez impresos los periódicos los mozos inunden de ejemplares la ciudad!!! 

- Compren y lean, compren y lean, última noticia, los gigantes han regresado, compren y lean!!!
- Chico, toma el medio penique y dame uno. 
No pudo resistir la tentación ante un titular tan impactante. Y es que la noticia no era para menos:

Zaragoza, 6 de Diciembre:

Tras una prolongada ausencia por causas bien dispares, dos de los gigantes del grupo Alazanes volvían a enfundarse el maillot para rodar de nuevo por caminos y sendas: 
Pascual hacía acto de presencia una vez había superado el letargo de su tradicional periodo de hibernación y su temor a ser presa fácil de cazadores y otros infortunios invernales. Ello no quiere decir que hubiera estado recluido en su cueva haciendo acopio de grasas saturadas. Todo lo contrario, y como alma inquieta y culo de mal asiento que es, simplemente había cambiado la bici por la raqueta, las rutas montañeras por las cómodas pistas de pádel y a sus fieles compañeros por su deportista familia con la que compartía la nueva experiencia.
 
Y de David, tras su retorno de las Américas de donde no se libró del frío, de las comidas de franquicias, de horarios impensables para nosotros, de los precios desorbitados, de tener que practicar su inglés con todo el mundo y a toda hora y del trabajo en sí para el que cruzó el charco. Para su deleite también tuvo tiempo de disfrutar de tierra de cowboys como Ohio, de la de gánsters como Chicago e incluso de los impresionantes museos militares de Connecticut.
 
Pensado y hecho. Pascual propuso una ruta sencilla para ir cogiendo forma, de esas anti-barro... pero con barro, anti-cierzo... pero con viento, protegidos de la lluvia... pero con agua, no muy larga a priori... pero que más de uno sobrepasó los 80km. Eso sí, planificada al detalle, con sumo cuidado y con gran parte del recorrido por asfalto para que los mofletes de las posaderas que se habían ablandado por la inactividad no sufrieran en exceso. El track, bien conocido por la mayoría pero con alguna variante alternativa: Utebo, Torres de Berrellén, Alagón, Grisén, Bárboles... y vuelta por el Canal.

La ocasión lo merecía y por ello no iban a rodar solos. Grandes e ilustres veteranos los acompañaron gustosamente: el incombustible y noble Manolo, el alma mater de perpetua sonrisa Miguelón y el profesor e ilustrador Paco, seguidos por este humilde reportero en busca de la primicia y privilegiada exclusiva. 

Salvo por una ligera lluvia más que suficiente para rociarnos como bonsais, por el aire racheado con el que nos aguijoneaba el frío, por el espeso barro que se pegaba a calas, pedales, ruedas y demás sin contar con el lavado extra que necesitó la equipación, por algún charco en el que hubo quien metió los pies hasta los tobillos y llegó con los dedos helados, insensibles y entumecidos y por un pinchazo en la parte final del canal  que obligó a la víctima a apretar dientes y encomendarse a lo divino para llegar al hogar, no hubo ningún incidente reseñable y digno de mención. 

Nadie garantizaba a priori que el retorno de los gigantes debiera ser un camino de rosas y aún así incluso el sol quiso ser protagonista al final de la jornada haciendo acto de presencia.

No haré propaganda del bar donde tomamos la cerveza finalizada la ruta, no la merecen. Como dijo el filósofo: “hoy en día cualquiera se creer capaz de llevar un bar”. ¡¡¡Error!!!

Y eso es todo de momento. Con el excelente trabajo y la inestimable colaboración de nuestros corresponsales seguiremos informando. 

Porque esta rueda ya no para.


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